«Estilos de Liderazgo: Aplicando el Modelo Thomas-Kilmann en el Cerebro Empresarial»

Imagina un negocio como un cuerpo humano, donde el cerebro actúa como el centro de dirección estratégica. Para los fisioterapeutas y entrenadores, entender cómo los diferentes estilos de liderazgo pueden influir en el «cerebro empresarial» es esencial para optimizar el rendimiento y la efectividad de su equipo. El modelo de Thomas-Kilmann, conocido por su enfoque en la gestión de conflictos, ofrece cinco estilos de liderazgo que pueden activar diferentes partes del cerebro, mejorando la toma de decisiones, la resolución de conflictos y la productividad.


1. Lóbulo Frontal: Liderazgo Competitivo.

El lóbulo frontal es crucial para la toma de decisiones rápidas y la ejecución de acciones inmediatas, reflejando el liderazgo competitivo. Este estilo es directivo y se utiliza cuando es necesario tomar decisiones rápidas para resolver conflictos o imponer una solución.

Ejemplo: Un readaptador que acaba de entrar en la empresa no tiene claro qué hacer. Un líder competitivo le proporciona instrucciones precisas y define claramente sus tareas desde el principio, garantizando que el nuevo empleado se adapte rápidamente y evite cometer errores.


2. Sistema Límbico: Liderazgo Colaborativo.

El sistema límbico está relacionado con las emociones y las relaciones interpersonales, y el liderazgo colaborativo refleja esta función. Este estilo se basa en la cooperación y en encontrar soluciones que beneficien a todas las partes involucradas, fomentando un ambiente de trabajo positivo y de apoyo.

Ejemplo: En un gimnasio, el líder colaborativo organiza reuniones donde los entrenadores comparten ideas sobre cómo mejorar los programas de entrenamiento. Este enfoque no solo fortalece las relaciones entre los entrenadores, sino que también mejora la calidad de los servicios ofrecidos.


3. Corteza Prefrontal: Liderazgo Comprometido.

La corteza prefrontal es responsable del equilibrio y la moderación, lo que se refleja en el liderazgo comprometido. Este estilo busca un punto medio, logrando soluciones aceptables para todas las partes y evitando la polarización.

Ejemplo: Dos áreas de una clínica de fisioterapia están en desacuerdo sobre la asignación de recursos. Un líder comprometido escucha a ambas partes y encuentra un acuerdo intermedio, garantizando que ambos departamentos puedan seguir adelante de manera efectiva.


4. Tronco Cerebral: Liderazgo Evitativo.

El tronco cerebral controla las funciones básicas y automáticas, a menudo sin intervención consciente. Esto se alinea con el estilo de liderazgo evitativo, donde el líder opta por no intervenir en conflictos menores, dejando que las situaciones se resuelvan por sí mismas.

Ejemplo: Un conflicto menor entre dos fisioterapeutas sobre el uso de una sala de tratamiento se desarrolla. El líder decide no intervenir, observando cómo los empleados resuelven el problema por sí mismos, permitiendo que el equipo maneje los conflictos diarios de manera autónoma.


5. Amígdala: Liderazgo Conciliador.

La amígdala gestiona respuestas emocionales y de protección. El liderazgo conciliador refleja esta función, priorizando la paz y la armonía al ceder ante las demandas de los demás para evitar conflictos y mantener buenas relaciones.

Ejemplo: Un cliente importante solicita un cambio en el programa de entrenamiento que podría desestabilizar el horario. Un líder conciliador acepta la solicitud del cliente para mantener la relación y evitar conflictos, incluso si implica hacer ajustes internos.


Conclusión: Integrando los Estilos de Liderazgo de Thomas-Kilmann en la Dirección Estratégica.

Al igual que el cerebro humano necesita la cooperación de todas sus partes para funcionar eficazmente, un negocio exitoso requiere una combinación adecuada de estilos de liderazgo. El modelo de Thomas-Kilmann nos muestra que la efectividad en la dirección estratégica radica en saber cuándo competir, colaborar, comprometerse, evitar o conciliar. Aplicando estos estilos de manera adaptativa, los líderes pueden mejorar la eficiencia operativa, gestionar mejor los conflictos y fomentar un ambiente de trabajo saludable y productivo.

Baja Cooperación Alta Cooperación
Alta Asertividad Competir  Colaborar 
Moderada Asertividad y Moderada Cooperación Comprometerse 
Baja Asertividad Evitar  Acomodar 

Palabras Claves:

Liderazgo competitivo, Thomas-Kilmann, gestión de conflictos, cerebro empresarial, liderazgo colaborativo, liderazgo comprometido, liderazgo evitativo, liderazgo conciliador, dirección estratégica.


Fuentes:

  • Thomas, K. W., & Kilmann, R. H. (1974). Thomas-Kilmann Conflict Mode Instrument. Tuxedo, NY: Xicom.
  • Rahim, M. A. (2002). Toward a Theory of Managing Organizational Conflict. International Journal of Conflict Management.

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